sábado, 28 de noviembre de 2009

AHORA DICEN PARA 2030



Los pronosticos fallidos sobre el deshielo del Ártico.

El enésimo vaticinio catastrofista ya tiene fecha de vencimiento. Dentro de 20 años el Ártico será historia. Es lo que asegura un comité de expertos del IPCC. El fin del polo norte ya se ha vaticinado en seis años diferentes: 2008, 2012, 2013, 2014, 2019 y 2060.




Para el verano de 2030 ya no habrá casquete polar ártico según se desprende de un informe elaborado por 26 científicos vinculados al Panel de Naciones Unidas para el Cambio Climático (IPCC). Ese verano se podrá cruzar el Océano (ex) Glacial Ártico navegando en un barco normal y no en un rompehielos como viene siendo habitual hasta ahora. Según uno de los autores del informe, Matthew England de la Universidad de Nueva Gales del Sur, “algunos indicadores se han acelerado” hasta el extremo de que “las proyecciones del IPCC eran ligeramente conservadoras”.

La desaparición del polo irá acompañada, siempre según el citado informe, de un aumento del nivel del mar de unos dos metros al final del siglo. A Venecia, en definitiva, le queda muy poquito tiempo, aunque eso no lo dicen, al menos por ahora.

El fin será en 2008

El hecho es que esta de 2030 no es la única predicción del fin del Ártico. Últimamente hay una verdadera carrera por atinar con la fecha exacta en la que el casquete polar desaparecerá inundando, de paso, las costas de todo el mundo. Hace sólo año y medio, en junio de 2008, el US National Snow and Ice Data Centre (NSIDC) de Colorado vaticinó que los hielos árticos no sobrevivirían a ese verano. Pero lo hicieron. La extensión veraniega del Ártico ha variado ligeramente en la última década. Las mediciones hechas por satélite muestran que, de 2002 a esta parte, el hielo sufre un estiaje y luego vuelve a crecer hasta alcanzar un máximo a finales de marzo tal y como muestra la gráfica adjunta.

Al Gore modifica tres veces su predicción

La tendencia que muestran las cámaras de los satélites que estudian el polo no le dicen nada a ciertos científicos como Wieslaw Maslowski, investigador del departamento de Oceanografía de la Escuela Naval de California. En abril del año pasado aseguró en un entrevista que su predicción estaba errada, que el Ártico, en lugar de fundirse en 2013, lo haría en 2012. Maslowski fue incluso más lejos afirmando que los glaciares de Groenlandia “podrían estar ya fluyendo hacia la costa” por culpa de la fusión del casquete que rodea a la isla.

Quien hasta hace poco ha seguido insistiendo en que el fin del Ártico será en 2013 es el inefable Al Gore. En diciembre del año pasado, durante una conferencia en Alemania mostró sus cinco dedos a la audiencia remarcando que al polo le quedaban cinco años de vida. Pero en 2008 el polo tuvo más hielo que en los años precedentes, así que Gore retrasó el armaggedon polar un año, para 2014.

De nuevo la realidad se empeñó en no hacer caso al apóstol de las verdades incómodas, el Ártico ha vuelto a crecer en el verano de 2009, así que, sin pestañear trasladó hace sólo mes y pico el año de la catástrofe a 2019. Gore hace honor a su apellido y gusta de meter miedo y exagerar. En la misma conferencia aseguró que “si el polo se derrite completamente el nivel del mar subirá 67 metros”. Es decir, que podemos ir despidiéndonos del valle del Guadalquivir y de media Europa continental, que se encuentra a unas pocas decenas de metros sobre el nivel del mar. Evidentemente, eso de los 67 metros es un disparate típico de Gore que carece de cualquier base científica y que pone al ex vicepresidente de EEUU a la altura del adivino Rappel.

Para no tener que estar rehaciendo cada pocos meses las previsiones, algunos prefieren fiarlo largo y difuso. En la Oficina Meteorológica del Reino Unido están convencidos que el polo norte desaparecerá entre 2060 y 2080. Para entonces, claro está, nadie se acordará se esta predicción de los hombres del tiempo británicos.

No sabemos lo que pasará en el futuro. Con toda seguridad el casquete Ártico se fundirá en algún momento y luego volverá a congelarse descendiendo, tal vez, como sucedió en el pasado, hasta latitudes medias. El clima siempre está cambiando. Por de pronto, el Ártico lleva dos años creciendo en extensión veraniega sobre el mínimo histórico de 2007. ¿La razón? La desconocemos. ¿Seguirá creciendo o decrecerá? Es imposible de saber. ¿Cuándo se fundirá el Ártico? Nadie, ni científicos del IPCC, ni los activistas de Greenpeace, ni Al Gore pueden responder a esa pregunta.


Si el caso es meter miedo y seguir viviendo del cuento , al final acertaran y es que todo tiene un final











jueves, 26 de noviembre de 2009

La cúpula climática admite en privado "la falta de calentamiento" global

El Watergate climático continúa sacando a la luz los trapos sucios de la cúpula vinculada al IPCC. En uno de los correos desvelados, los científicos del CRU admiten que "no podemos explicar la falta de calentamiento en estos momentos [...] Nuestro sistema de observación es inadecuado".

Uno de los más graves escándalos científicos del úlitmo siglo, el Watergate climático (Climategate) radica en la ocultación y manipulación de registros en la medición de temperaturas con el único fin de amoldar las mediciones a la hipótesis del calentamiento global de origen antropogénico (causado por el hombre).

Los correos electrónicos internos de la Unidad de Investigación del Clima (CRU, por sus siglas en inglés), perteneciente a la británica Universidad de East Anglia, desvela hasta qué punto la cúpula calentológica vinculada al IPCC ha ignorado la metodología científica con tal de que la realidad se ajuste a la hipótesis deseada del cambio climático.

La arbitrariedad y la necesidad de alcanzar unos resultados acordes con la “hipótesis” son los únicos factores tenidos en cuenta a la hora de seleccionar los datos a publicar, según la información que, poco a poco, va saliendo a la luz.

Así, Tom Wigley, reconocía el pasado 6 de noviembre en un correo electrónico interno que "el calentamiento de la masa terrestre del planeta desde 1980 ha sido el doble que el calentamiento de los océanos". Un dato que se debe ocultar al público, ya que confirmaría los argumentos de los escépticos. Esto es, que las sondas de medida ubicadas cerca de los núcleos urbanos reflejan una temepratura media artificialmente alta.

En este sentido, Kevin Trenberth va más allá y admite en un email del pasado octubre que "no podemos explicar la falta de calentamiento en estos momentos y no podemos permitirnos travestirlo". Los modelos climáticos empleados indican que debería "haber aún más calentamiento, pero los datos están, sin duda, equivocados. Nuestro sistema de observación es inadecuado".

Otro miembro del CRU señala que "acabo de completar el truco de Mick (el del palo de hockey, denostado por el IPCC posteriormente) en Nature añadiendo en las temperaturas reales de cada serie para los últimos 20 años (es decir, a partir de 1981) las de 1961para que Keith pueda ocultar la bajada de temperaturas".

El intercambio de correos entre los científicos del CRU, que recoge detalladamente el blog desdelexilio, constata la manipulación de temperaturas. Wigley, el pasado septiembre: "Si se pudiera reducir la temperatura media del océano en, por ejemplo, 0,15 ºC, sería importante para la media mundial". "He elegido deliberadamente 0,15 grados".

Sin embargo, los calentólogos no sólo han manipulado registros de medición actuales sino también pasados. Tom Crowley señalaba a un compañero en 2005 lo siguiente: "He estado intentando ilustrar de la mejor forma posible la naturaleza estable del período cálido medieval".

Es decir, han alterado registros históricos para ocultar el aumento de temperaturas que sufrió la Tierra siglos atrás y, así, defender que el calentamiento reciente es el más intenso de los últimos 1.000 años. De hecho, Michael Mann (vinculado al IPCC) habla directamente de "contener" la temperatura del Período Cálido medieval.

No obstante, Briffa señala en un email de 1999: "Sé que hay presión para presentar una agradable historia respecto al, aparentemente, calentamiento sin precedentes de los últimos mil años o más [...], pero en realidad no es tan simple. Hasta el momento, no disponemos de una gran cantidad de proxies (medidas indirectas de temperatura) que sirvan y los que lo hacen (por lo menos un número significativo de proxies de los anillos de los árboles) presentan cambios inesperados en su respuesta que no coinciden con el calentamiento reciente".

Hay más. Phil Jones, el director del hasta ahora prestigioso CRU, en un correo del año 2000: "Cuando todos nosotros (Mike, Tom y CRU) mostremos que los primeros siglos del milenio eran más fríos que el siglo XX, nos encontraremos con algunas críticas de los escépticos diciendo que estamos equivocados, porque todo el mundo sabe que el período medieval fue más cálido".

"Podemos demostrar por qué creemos que estamos en lo correcto con datos independientes de los avances de los glaciares e incluso con proxies de respuesta lenta [...] Vamos a reescribir la sabiduría percibida por las personas sobre el curso de los cambios de temperatura durante el último milenio".

Por último, una auténtica perla de Gary Funkhouser sobre las aportaciones de uno de sus colegas en 1996: "No creo que sea productivo tratar de falsear las estadísticas cronológicas [de temperatura] más de lo que yo ya he hecho".

El miedo es una de las mejores armas que tienen los de siempre para mantener bocas cerradas y hasta los cientificos estan al servicio de los de siempre.(ALGUNOS CIENTIFICOS),de esta forma algunos grandisimos contaminadores como Al Gore se han forrado vendiedonos la moto de salvadores de la ecologia mundial .

"JODIDO MUNDO"

Salu2

martes, 24 de noviembre de 2009

Las broncas con el jefe pueden prevenir ataques al corazón


ESTUDIO PUBILCADO EN SUECIA.

Soltar la ira con el jefe, por ejemplo, cuando uno se siente tratado injustamente en el trabajo presenta menos riesgos que sufrir las humillaciones en silencio, según un nuevo estudio.


Las personas que sufren disgustos sin rechistar tienen dos veces más peligro de sufrir un ataque o morir de alguna enfermedad cardíaca que quienes explotan de ira, señala un informe sueco publicado en el Journal of Epidemiology and Community Health.

Sus autores, científicos de la Universidad de Estocolmo, estudiaron a 2.775 trabajadores varones desde comienzos de los años noventa hasta 2003.

Entre otras cosas, midieron su presión sanguínea, el índice de masa corporal y los niveles de colesterol, además de preguntarles a cómo reaccionaban al sentirse tratados injustamente en la oficina o la fábrica.

En los diez años analizados se produjeron 47 fallecimientos por ataques cardíacos o enfermedades cardiovasculares.

Tras un análisis caso por caso, en el que tuvieron en cuenta tanto los factores biológicos como los distintos niveles de estrés, llegaron a la conclusión de que los que reprimían su enfado tenían el doble de probabilidades de enfermar y morir.

Constanze Leinewerber, del Instituto de Investigaciones sobre el Estrés, de Estocolmo, que dirigió al equipo investigador, dijo no aconsejar a los trabajadores que griten a sus jefes.

"No es la mejor solución. Pero siempre es mejor decir en voz alta que uno se siente tratado injustamente y tratar de encontrar una solución", explicó.

Ya sabes darle caña al jefe de vez en cuando es saludable ,si eres tu propio jefe date caña por tu propio bien.


Salu2

domingo, 22 de noviembre de 2009

Por si .......


por si ....sirve de algo,pongo aquí este video de animales que necesitan adopción.Si alguno de ellos te llega al corazón y puedes piensalo bien y adelante.

Salu2

http://www.youtube.com/watch?v=UfgRrAO3914